Sunday, March 01, 2009

¿Nuevo contrato social para el siglo XXI?



Uploaded on authorSTREAM by josedavid
Todos y todas hemos efectivamente firmado este contrato social que nos afecta y que afectará a nuestros hijos/hijas en el futuro si nada o nadie lo impide. Es duro ver que nuestro mundo es un lugar cada vez más inhumano y que cada día pierde más de su belleza y de su riqueza gracias al animal más destructivo que ha habitado el planeta Tierra.
A veces cuando alguien me pregunta qué tal estoy y le respondo que "bien, dentro de lo que cabe" o "regular, este mundo es una mierda" se sorprenden y algunos me dicen con una sonrisa: "No te puedes quejar, lo tienes todo en la vida: trabajo fijo, dos niños preciosos, un matrimonio feliz, no hay enfermedades en tu familia..." y yo siempre pienso que sería verdaderamente feliz si el futuro que nos espera a nosotros y a nuestros hijos no fuera tan oscuro y deprimente.
A menudo pienso que no tiene sentido que nos quejemos constantemente sin hacer nada. Mis alumnos y alumnas ya está acostumbrados a escuchar mis arengas pidiéndoles que reciclen, que no malgasten, que no se dejen avasallar, que no sean consumistas impulsivos, que sean críticos, solidarios, respectuosos con los otros, los que son diferentes, pobres... que salgan a la calle a pelear por sus vidas y por su mundo futuro en vez de salir a la calle sólo cuando el Recre sube a primera división....y es entonces cuando me planteo seriamente que tengo que hacer algo, pero me digo: ¿cuando? ¿cómo?
Diariamente me levanto maldiciendo el trabajo, no porque no me guste mi trabajo sino porque preferiría trabajar a mi ritmo, los días que yo elija y menos horas, para poder disfrutar de lo que realmente importa, mi familia, mis amigos, mi propia soledad y libertad para hacer lo que me plazca y para poder viajar y descubrir cada rincón de este planeta. Pero tengo que ir a trabajar para poder sobrevivir dentro de este contrato social y poder guardar algo para mañana para mis hijos, por si les hace falta, seguramente. Y lo más triste es que la mitad de lo que ganamos trabajando es para pagar artículos de consumo de esas empresas que al mismo tiempo nos están matando. Por ejemplo: gastamos más electricidad porque compramos y tenemos más aparatos eléctricos que nos hacen cosas que podríamos hacer nosotros mismos y eso hace que se contamine mucho más para producir más energía y ese CO2 nos está matando y reduciendo la vida de este planeta en progresión geométrica.
Constantemente intento (con relativo éxito la verdad) no venderme a diario a la estúpida ética social impuesta por el grupo que dice que si no quieres ser menos que tu vecino/tu amigo tienes que comprarte una casa mejor, un coche que corra más o que tenga más maletero, hacer un banquete de bodas/comunión... mejor que el de tu amigo/vecino, comprar las marcas/productos de moda o que más se anuncian aunque sean indecentemente más caras y enriqueciendo aún más a los que ya son extremadamente ricos. A menudo me asombro de ver que ciertas personas actuan de tal forma que cualquiera diría que creen que son eternas o inmortales: malgastan horas y más horas de su vida (que podrían usar para estar y disfrutar con los que quieren) sacrifícándose por conseguir simplemente dinero, dinero que creen necesitar para ser felices. Pobres, no saben que todo esto es un engaño. Los/las que hemos sufrido una experiencia límite (eso que llaman ECM ) somos en cierto modo priviegiados/as porque se nos ha desvelado parte del engaño: la vida es un sueño breve e impredecible y debes intentar sacarle el máximo a cada momento y disfrutar al máximo de aquello/aquellas personas que te hacen ser feliz porque mañana...quien sabe si ya no serás parte de este mundo y todo por lo que habías estado luchando simplemente se desvanece para siempre.
Cada día intento seguir la estela de los que quiero y admiro porque son "auténticos," no son "borregos" dispuestos a tirarse por el precipicio simplemente porque "eso es lo que todos hacen" y a aguantar sin protestar la impresentable actuación de nuestros gobiernos a los que les sobra dinero para ayudar a los banqueros pero no tienen dinero para ayudar a los países que atraviesan verdaderas crisis humanitarias. Y es a ésos/as otros que no son borregos/as a los que incluyo en mi cada vez más escaso grupo de verdaderos amigos/as y compañeros/as.
Y cada día vivo con la esperanza de que haya mucha más gente que piensa como yo, que no se calle y al menos diga lo que piensa y no dé por supuesto que acepta sin oposición la realidad en la que vivimos, y de que cada día hagamos un poquito más para cambiar el mundo y seguir haciendo "ese poquito" aunque por dentro pensemos que no va a servir. Mas vale intentarlo.

¿Nuevo contrato social para el siglo XXI?



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Todos y todas hemos efectivamente firmado este contrato social que nos afecta y que afectará a nuestros hijos/hijas en el futuro si nada o nadie lo impide. Es duro ver que nuestro mundo es un lugar cada vez más inhumano y que cada día pierde más de su belleza y de su riqueza gracias al animal más destructivo que ha habitado el planeta Tierra.
A veces cuando alguien me pregunta qué tal estoy y le respondo que "bien, dentro de lo que cabe" o "regular, este mundo es una mierda" se sorprenden y algunos me dicen con una sonrisa: "No te puedes quejar, lo tienes todo en la vida: trabajo fijo, dos niños preciosos, un matrimonio feliz, no hay enfermedades en tu familia..." y yo siempre pienso que sería verdaderamente feliz si el futuro que nos espera a nosotros y a nuestros hijos no fuera tan oscuro y deprimente.
A menudo pienso que no tiene sentido que nos quejemos constantemente sin hacer nada. Mis alumnos y alumnas ya está acostumbrados a escuchar mis arengas pidiéndoles que reciclen, que no malgasten, que no se dejen avasallar, que no sean consumistas impulsivos, que sean críticos, solidarios, respectuosos con los otros, los que son diferentes, pobres... que salgan a la calle a pelear por sus vidas y por su mundo futuro en vez de salir a la calle sólo cuando el Recre sube a primera división....y es entonces cuando me planteo seriamente que tengo que hacer algo, pero me digo: ¿cuando? ¿cómo?
Diariamente me levanto maldiciendo el trabajo, no porque no me guste mi trabajo sino porque preferiría trabajar a mi ritmo, los días que yo elija y menos horas, para poder disfrutar de lo que realmente importa, mi familia, mis amigos, mi propia soledad y libertad para hacer lo que me plazca y para poder viajar y descubrir cada rincón de este planeta. Pero tengo que ir a trabajar para poder sobrevivir dentro de este contrato social y poder guardar algo para mañana para mis hijos, por si les hace falta, seguramente. Y lo más triste es que la mitad de lo que ganamos trabajando es para pagar artículos de consumo de esas empresas que al mismo tiempo nos están matando. Por ejemplo: gastamos más electricidad porque compramos y tenemos más aparatos eléctricos que nos hacen cosas que podríamos hacer nosotros mismos y eso hace que se contamine mucho más para producir más energía y ese CO2 nos está matando y reduciendo la vida de este planeta en progresión geométrica.
Constantemente intento (con relativo éxito la verdad) no venderme a diario a la estúpida ética social impuesta por el grupo que dice que si no quieres ser menos que tu vecino/tu amigo tienes que comprarte una casa mejor, un coche que corra más o que tenga más maletero, hacer un banquete de bodas/comunión... mejor que el de tu amigo/vecino, comprar las marcas/productos de moda o que más se anuncian aunque sean indecentemente más caras y enriqueciendo aún más a los que ya son extremadamente ricos. A menudo me asombro de ver que ciertas personas actuan de tal forma que cualquiera diría que creen que son eternas o inmortales: malgastan horas y más horas de su vida (que podrían usar para estar y disfrutar con los que quieren) sacrifícándose por conseguir simplemente dinero, dinero que creen necesitar para ser felices. Pobres, no saben que todo esto es un engaño. Los/las que hemos sufrido una experiencia límite (eso que llaman ECM ) somos en cierto modo priviegiados/as porque se nos ha desvelado parte del engaño: la vida es un sueño breve e impredecible y debes intentar sacarle el máximo a cada momento y disfrutar al máximo de aquello/aquellas personas que te hacen ser feliz porque mañana...quien sabe si ya no serás parte de este mundo y todo por lo que habías estado luchando simplemente se desvanece para siempre.
Cada día intento seguir la estela de los que quiero y admiro porque son "auténticos," no son "borregos" dispuestos a tirarse por el precipicio simplemente porque "eso es lo que todos hacen" y a aguantar sin protestar la impresentable actuación de nuestros gobiernos a los que les sobra dinero para ayudar a los banqueros pero no tienen dinero para ayudar a los países que atraviesan verdaderas crisis humanitarias. Y es a ésos/as otros que no son borregos/as a los que incluyo en mi cada vez más escaso grupo de verdaderos amigos/as y compañeros/as.
Y cada día vivo con la esperanza de que haya mucha más gente que piensa como yo, que no se calle y al menos diga lo que piensa y no dé por supuesto que acepta sin oposición la realidad en la que vivimos, y de que cada día hagamos un poquito más para cambiar el mundo y seguir haciendo "ese poquito" aunque por dentro pensemos que no va a servir. Mas vale intentarlo.

Saturday, January 10, 2009

GAZA: CRIMEN Y VERGÜENZA


"No es una guerra, no hay ejércitos enfrentados. Es una matanza.
No es una represalia, no son los cohetes artesanales que han vuelto a caer sobre territorio israelí sino la proximidad de la campaña electoral lo que desencadena el ataque.
No es la respuesta al fin de la tregua, porque durante el tiempo en el que la tregua estuvo vigente el ejército israelí ha endurecido aún más el bloqueo sobre Gaza y no ha cesado de llevar a cabo mortíferas operaciones con la cínica justificación de que su objetivo eran miembros de Hamas. ¿Acaso ser miembro de Hamás despoja de condición humana al cuerpo desmembrado por el impacto del misil y al supuesto asesinato selectivo de su condición de asesinato sin más?.
No es un estallido de violencia. Es una ofensiva planificada y anunciada hace tiempo por la potencia ocupante. Un paso más en la estrategia de aniquilación de la voluntad de resistencia de la población palestina sometida al infierno cotidiano de la ocupación en Cisjordania y en Gaza a un asedio por hambre cuyo último episodio es la carnicería que en estos días asoma en las pantallas de nuestros televisores en medio de amables y festivos mensajes navideños.
No es un fracaso de la diplomacia internacional. Es una prueba más de complicidad con el ocupante. Y no se trata sólo de Estados Unidos que no es referencia moral ni política sino parte, la parte israelí, en el conflicto; se trata de Europa, de la decepcionante debilidad, ambigüidad, hipocresía, de la diplomacia europea.
Lo más escandaloso de lo que está pasando en Gaza es que puede pasar sin que pase nada. La impunidad de Israel no se cuestiona. La violación continuada de la legalidad internacional, los términos de la Convención de Ginebra y las mínimas normas de humanidad, no tiene consecuencias. Más bien, al contrario, parece que se premia con acuerdos comerciales preferentes o propuestas para el ingreso de Israel en la OCSE. Y qué obscenas resultan las frases de algunos políticos repartiendo responsabilidades a partes iguales entre el ocupante y el ocupado, entre el que asedia y el asediado, entre el verdugo y la víctima. Qué indecente la pretendida equidistancia que equipara al oprimido con su opresor. El lenguaje no es inocente. Las palabras no matan pero ayudan a justificar el crimen. Y a perpetuarlo.
En Gaza se está perpetrando un crimen. Lleva tiempo perpetrándose ante los ojos del mundo. Y nadie podrá decir, como en otro tiempo se dijo en Europa, que no sabíamos."

Publicado en el diario madrileño "Público" por Teresa Aranguren, Pedro Martínez Montávez, Rosa Regás, José Saramago, Pilar del Río, Cármen Ruiz Bravo, Belén Gopegui, Constantino Bértolo, Santiago Alba Rico.

GAZA: CRIMEN Y VERGÜENZA


"No es una guerra, no hay ejércitos enfrentados. Es una matanza.
No es una represalia, no son los cohetes artesanales que han vuelto a caer sobre territorio israelí sino la proximidad de la campaña electoral lo que desencadena el ataque.
No es la respuesta al fin de la tregua, porque durante el tiempo en el que la tregua estuvo vigente el ejército israelí ha endurecido aún más el bloqueo sobre Gaza y no ha cesado de llevar a cabo mortíferas operaciones con la cínica justificación de que su objetivo eran miembros de Hamas. ¿Acaso ser miembro de Hamás despoja de condición humana al cuerpo desmembrado por el impacto del misil y al supuesto asesinato selectivo de su condición de asesinato sin más?.
No es un estallido de violencia. Es una ofensiva planificada y anunciada hace tiempo por la potencia ocupante. Un paso más en la estrategia de aniquilación de la voluntad de resistencia de la población palestina sometida al infierno cotidiano de la ocupación en Cisjordania y en Gaza a un asedio por hambre cuyo último episodio es la carnicería que en estos días asoma en las pantallas de nuestros televisores en medio de amables y festivos mensajes navideños.
No es un fracaso de la diplomacia internacional. Es una prueba más de complicidad con el ocupante. Y no se trata sólo de Estados Unidos que no es referencia moral ni política sino parte, la parte israelí, en el conflicto; se trata de Europa, de la decepcionante debilidad, ambigüidad, hipocresía, de la diplomacia europea.
Lo más escandaloso de lo que está pasando en Gaza es que puede pasar sin que pase nada. La impunidad de Israel no se cuestiona. La violación continuada de la legalidad internacional, los términos de la Convención de Ginebra y las mínimas normas de humanidad, no tiene consecuencias. Más bien, al contrario, parece que se premia con acuerdos comerciales preferentes o propuestas para el ingreso de Israel en la OCSE. Y qué obscenas resultan las frases de algunos políticos repartiendo responsabilidades a partes iguales entre el ocupante y el ocupado, entre el que asedia y el asediado, entre el verdugo y la víctima. Qué indecente la pretendida equidistancia que equipara al oprimido con su opresor. El lenguaje no es inocente. Las palabras no matan pero ayudan a justificar el crimen. Y a perpetuarlo.
En Gaza se está perpetrando un crimen. Lleva tiempo perpetrándose ante los ojos del mundo. Y nadie podrá decir, como en otro tiempo se dijo en Europa, que no sabíamos."


Publicado en el diario madrileño "Público" por Teresa Aranguren, Pedro Martínez Montávez, Rosa Regás, José Saramago, Pilar del Río, Cármen Ruiz Bravo, Belén Gopegui, Constantino Bértolo, Santiago Alba Rico.

LA LEY DE LA SELVA


Dicen que ésta es la peor crisis de la historia del capitalismo y espero que se equivoquen aunque todo parece apuntar a que lo será.Y como siempre la pagan los de siempre:los pobres. Si aún no sabes de qué va esto de la crisis sería bueno que vieras el video explicando qué es realmente esta crisis que pusieron en "Caiga quien caiga" (de lo poco que se puede ver en la caja tonta)


El reportaje de anoche de Cuatro "¿Quien paga la crisis?" puso de manifiesto las terribles consecuencias de la crisis en España. Los pobres, y los no tan pobres pero no ricos, están pagando las consecuencias económicas de la crisis mientras los bancos, los que han jodido la cosa, reciben millones de euros de los gobiernos (!!encima!!). Es muy fuerte, es absurdo, ilógico. La crisis provocada en un país que supone el 5% de la población mundial repercute en el otro 95% con terribles consecuencias y los más pobres son aún más pobres y los que estaban saliendo de la pobreza vuelven a hundirse en la miseria. Este mundo debe estar loco cuando asistimos impasibles a desastres humanos (las pateras del estrecho, bombardeos en Gaza, destrucción del planeta....) y ni siquiera la ONU hace nada al respecto poniendo aún más de manifiesto que ya no sirve casi para nada. Y aunque no está entre mis admirados, no puedo dejar de compartir las palabras y deseos de Fidel cuando decía hace unos días "la crisis y las medidas de los gobiernos ... traerán también a los pueblos más conocimiento de la verdad, más conciencia, más rebeldía y más revoluciones."

LA LEY DE LA SELVA


Dicen que ésta es la peor crisis de la historia del capitalismo y espero que se equivoquen aunque todo parece apuntar a que lo será.Y como siempre la pagan los de siempre:los pobres. Si aún no sabes de qué va esto de la crisis sería bueno que vieras el video explicando qué es realmente esta crisis que pusieron en "Caiga quien caiga" (de lo poco que se puede ver en la caja tonta)


El reportaje de anoche de Cuatro "¿Quien paga la crisis?" puso de manifiesto las terribles consecuencias de la crisis en España. Los pobres, y los no tan pobres pero no ricos, están pagando las consecuencias económicas de la crisis mientras los bancos, los que han jodido la cosa, reciben millones de euros de los gobiernos (!!encima!!). Es muy fuerte, es absurdo, ilógico. La crisis provocada en un país que supone el 5% de la población mundial repercute en el otro 95% con terribles consecuencias y los más pobres son aún más pobres y los que estaban saliendo de la pobreza vuelven a hundirse en la miseria. Este mundo debe estar loco cuando asistimos impasibles a desastres humanos (las pateras del estrecho, bombardeos en Gaza, destrucción del planeta....) y ni siquiera la ONU hace nada al respecto poniendo aún más de manifiesto que ya no sirve casi para nada. Y aunque no está entre mis admirados, no puedo dejar de compartir las palabras y deseos de Fidel cuando decía hace unos días "la crisis y las medidas de los gobiernos ... traerán también a los pueblos más conocimiento de la verdad, más conciencia, más rebeldía y más revoluciones."